
Todos sabían que ese día iba a llegar, las religiones lo habían dicho durante años, creo que hasta en la Biblia, le dedicaron un capitulo entero… Pero absolutamente nadie le hizo caso a esas señales
Nos encontrábamos tan hundidos en la ignorancia y en el egoísmo, que nuestros gobiernos no se daban cuenta que el mundo se les caía a pedazos. Ellos se bajaban de sus limosinas y al pisar el suelo, se daban cuenta que algo estaba mal, pero prefirieron dejarlo pasar, eso no tenia nada que ver con ellos.
Un funcionario importante de gobierno fue a decirle a unas familias necesitadas, que no podía ayudarlos, que el presupuesto del país no alcanzaba, y que mas bien, con todas las crisis, había que “apretarse los pantalones”, palabras de un sujeto que tiene a media familia viviendo en el extranjero, ademas de una flota de carros como cualquier estrella de rock... que cínico no?
Si alguien viera al mundo desde afuera todos los días, según las religiones si existe esa persona, en verdad yo creo en eso... bueno este sujeto (a) ya debe haberse dado cuenta, que poco a poco nos estábamos acabando nosotros mismos. Hambre, guerra, muerte, terrorismo, egoísmo, corrupción, pasotismo, calentamiento global, desinterés, ignorancia, tantas cosas llevaron al mundo a un laberinto sin salida, porque al parecer hoy todo estaba llegando a su fin.
Podrán preguntarse a que se debe mi seguridad al respecto, pues es que me desperté a las once del mediodía y al prender el televisor, me di cuenta que el presidente estaba en cadena nacional, nada raro hasta aquí, pero al cambiar a cadenas internacionales, observe que todos hablaban de lo mismo; Meteoritos caídos en la madrugada, incesantes lluvias, inundaciones, temblores, y continuos saqueos que se apoderaron de todos los sectores.
Al salir a caminar, observe algunas calles vacías, pero siempre se escuchaban incesantes gritos, personas que corrían despavorida, o salían con sus carros a toda velocidad. Es que según escuche en el único televisor que quedaba de una tienda saqueada, (por cierto se encontraba completamente desierta); por los temblores la represa había colapsado y terminó de explotar con un meteorito que cayó en el agua, esta situación inundo más de media ciudad.

Nuestros gobernantes informaron que era mejor quedarse en las casas, pero el creciente miedo y la gran crisis económica, (que había hecho que nadie contara en su cocina con alimentos suficientes), hicieron que la gente saliera como lunáticos de sus hogares.
En ese momento preferí seguir caminando y tratar de guardar buenas imágenes en mi cabeza, aunque en algún momento del camino, comencé a pensar en todas aquellas cosas que no había podido realizar. Ya empezaba a aflorar el miedo, al imaginar que este era el último día de mi vida, o mejor dicho el último del mundo.

Lo peor es que había perdido la mitad del tiempo durmiendo, mientras a mi alrededor el mundo se caía a pedazos, realice esa mañana al no prestarle atención al entorno, lo que hicieron millones de seres humanos durante años, ser egoístas e individualistas.
En mi mente pasaban tantas cosas, que hasta me reía, imaginando al máximo líder nacional, culpando de este inmenso apocalipsis al imperio o a los pitiyankees, y otros tratando de salvar un asunto que se les fue de las manos, que desgracia de lideres mundiales.
Completamente rojo estaba el cielo, con nubes muy oscuras y algunas tan negras como las que se ven en una sala de fumadores, hasta algunos rayos de sol, parecían fuegos. Los Meteoritos habían caído durante toda la mañana y en algunos sectores aún se hacían sentir. Dicha situación agarro por sorpresa a los científicos y especialistas de todo el mundo, obvio si se sorprendieron las grandes potencias, mucho más este pobre país caribeño monoexportador
¿Donde estaría mi familia?, y mis amigos o al menos conocidos, no sabia absolutamente de nadie, al final solo seguía caminando entre la ciudad en ruinas. Todos mientras avanzaba me invitaban a saquear alguna tienda. Por esa razón me aleje de la gente y me senté a mirar como todo se caía pedazos, también era mi culpa, nunca hice algo para cambiar el destino, tal vez nunca estuvo en mis manos, pero ni me detuve a intentarlo.
Al final de la tarde, la ciudad termino de enloquecer, otra represa mucho mas grande, se había reventado y en pocas horas todo estaría inundado, reflexione un rato entre si era mejor morir en la calle o en mi casa, al final estaba solo.. No contaba con nadie, al menos en ese momento.

Luego dirigí la mirada a un lado y me sorprendí al ver la casa de Fernando, (un amigo de la infancia) completamente destruida, verlos todos juntos correr hacia otro sitio de resguardo, siempre fueron evangélicos o testigos, esos que piensan que el día del juicio final se van a salvar... yo los veía igual de jodidos que todos, algo que me sorprendió, pero preferí pensar que al final del camino encontrarían su paraíso, por no querer ser egoísta.
Al otro lado de la calle, mujeres y hombres tenían sexo, juntos, separados, arriba, abajo, una orgía interminable, algunos pasaban y se unían, otros (como la familia de Fernando) corrían despavoridos, solo me detuve para observar a una de las cientos de chamas, era una flaca con quien había estudiado.. Nunca pensé verla haciéndolo.. Pero nada, solo me reí al ver algunas personas que se detenían a observar como si fuera una obra de teatro.
Seguí caminando.. Comencé a pensar que todo era muy absurdo e irónico, que seguramente era un sueño, o una pesadilla, aunque parecía interminable.. Sea como sea todos vamos a tener ese día final.. pero que bueno sería que todo se acabara de una forma interesante…
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