Y tu solo quieres que cambie la luz...

Vas tarde, a pesar, que dijiste que no lo harías, no lograste salir temprano de tu casa, y eso que tienes claro, que cada día en esta pequeña urbe hay mas carros que gente, pero NO… tú preferiste apagar la alarma y quedarte 15 minutos más en la cama, claro que al principio eran solo 5, pero se fueron alargando.

Habías cuadrado que esta vez sí llegarías temprano a la reunión, a pesar de ser venezolano, se te obligaba a ser puntual, algo que a menudo se te era difícil de cumplir y hoy era uno de esos días.

Llegas al semáforo, al ver tantos carros y una inmensa cola, te preguntas.. ¿Que carrizo hace tanta gente en la calle?, ¿Por qué siempre hay tantos carros en la vía?.. ¿A que hora trabajan o estudian esas personas?. Tantas preguntas se te vienen a la cabeza, porque no te queda de otra que filosofar, ya que te encuentras metido en “madre cola” y sabrá Dios cuando iras a salir, no quieres pensar en más nada… tu solo quieres que cambie la luz.

Lo peor es que el bendito semáforo está en rojo, y pareciera que tardará mil horas en cambiar de color, que cosas tiene la vida, miles de veces haz pasado por este semáforo y siempre está en verde, tu sigues conduciendo tranquilo de la vida, pero claro, en ninguna de esas ocasiones estabas apurado, solo reías, de un chiste malo con algunos panas, estabas en medio de una buena conversación o simplemente disfrutabas de la vía con cualquier persona.

Porque es algo verdaderamente increíble, cuando te encuentras apurado, la cosas te salen peor, todo lo que se te hace fácil en otro momento, ahora es una tortura, como ese bendito semáforo que sigue rojo, mientras tú pierdes tiempo filosofando de la vida, porque no quieres escuchar a los idiotas que hablan en la radio.

Alrededor de ti, aparece el que vende “La nueva constitución”, ¿Nueva?.. Solo le agregaron o le quitaron frases a cinco artículos, pero los buhoneros la llaman “NUEVA CONSTITUCIÓN”, ¡Que grande este país!. De igual forma aparece el vendedor de monitos de peluche, aparatos para el celular, cargadores, kinos, frutas; es allí cuando te preguntas ¿Quién compra todas esas cosas?, ¿Por qué pueden vender lo que les da la gana en la calle?, hasta cerveza te han ofrecido, ¡increíble!, tu solo quieres que cambie la luz.

Te recriminas por no haberte parado temprano, pero ya no puedes hacer nada, solo apagar el celular, para no estresarte más, vez a los lados y todos se ven tan felices, nadie está apurado, todos disfrutan del semáforo menos tu. ¿Cuánto tiempo tarda en cambiar una luz?.. ¿Por qué son rojo, amarillo y verde?, son preguntas que en verdad ni te interesan, pero que te vienen a la cabeza, al tener tanto tiempo libre.

Al final terminas comprando un Kino, para esperar ganarlo y escaparte a una isla, adonde no tengas que enfrentarte a los semáforos tan seguido, asimismo llamas al pana y le compras un cargador para el celular, que en verdad no necesitas… ah y una cerveza para pasar el mal trago.

Ya sabes quienes son los que compran estas cosas, personas como tú, que tienen que enfrentarse al tráfico todos los días, decides sinceramente mandarlo todo a la mierda, al menos hasta que cambie la luz. Te tomas la birra, prendes el radio, para reírte de algunas gafedades y pasas arrechera un rato por lo de la “nueva constitución”, cuantas cosas no han pasado desde que llegaste a esta cola… y tu solo quieres que cambie la luz.